jueves, 30 de septiembre de 2010

¿Existe la reencarnación?

No nos referimos a la reencarnación en el sentido común como se entiende la misma, sino en otro cierto sentido.
Y clamando a Jehová, dijo: Jehova Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa estoy hospedado has afligido, haciéndole morir su hijo?
Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él.
Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió. (1 Reyes 17:20-22).
Cuando el niño falleció, su alma salió de él, su alma dejó de estar encarnada.
Cuando su alma volvió estuvo de nuevo encarnada. O sea que su alma reencarnó...¿o no ?

domingo, 26 de septiembre de 2010

Profecía

Profecía.- Predicción inspirada por Dios: Las profecías de Isaías.- Pequeño Larousse Ilustrado.
Profeta.- Un vocero de Dios. Los profetas del Antiguo Testamento no interpretaban la voluntad de Dios; emitían las palabras que Dios les indicaba que hablaran. Los dos aspectos de su trabajo eran predecir y anunciar.- Diccionario Manual de la Biblia.
Profetizar.- Anunciar, Declarar, Pregonar, Proclamar, Publicar.- Biblia de Referencia Thompson.
Nota: Profecía no significa únicamente predecir y predicar, sino también: Conocer algo o a alguien en el tiempo presente o pretérito por revelación del Espíritu Santo:
Tiempo presente:
Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. (S. Lucas 7:39).
Tiempo pasado:
... y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿quién es el que te golpeó? (S. Lucas 22:64).
Pasado y presente:
Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;
porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.
Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta. (S. Juan 4:17-19).
-Pero en la actualidad ya no existe el don de la profecía. Todas las profecías están contenidas en la biblia.
Estoy de acuerdo en que las profecías de carácter universal están en la biblia. Pero hay profecías de carácter personal, congregacional y local que sería imposible fuesen contenidas no en la biblia sino en muchas biblias.

lunes, 20 de septiembre de 2010

El don de lenguas

Cuando el Espíritu Santo se derramó sobre los alrededor de ciento veinte discípulos reunidos el día de Pentecostés, y todos hablaron en otras lenguas, ello sucedió porque había extranjeros que se acercaron a ver qué sucedía. O sea que si no se hubieran encontrado extranjeros por ahí cerca, los discípulos del Señor no habrían hablado en otras lenguas.
El razonamiento anterior lo he escuchado por parte de muchas personas.
Pero veamos otros ciertos pasajes de la biblia:
Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios. (1 Corintios 14:2).
Aquí el apóstol nos habla de la legitimidad de hablar en lenguas no a los hombres, sino a Dios.
Cuando dice: "... pues nadie le entiende", claro está que se refiere a la persona que habla en lenguas, a la cual nadie le entiende (sino Dios), ya que no hay por ahí algún extranjero que entienda aquella lengua, o alguien que tenga el don de interpretar lenguas. O sea que el don de lenguas se puede manifestar haya o no extranjeros en el momento y lugar.
Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.
Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla. (1 Corintios 14:5,13).
Aquí nos hallamos de nuevo con la ausencia de alguien que interprete (que tenga el don, los estudios suficientes de la lengua extraña en cuestión, o el extranjero que entienda aquella lengua).
Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete.
Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios. (1 Corintios 14:27-28).
Si no hay extranjeros en la iglesia que interpreten lo que otro habla, menos los va a haber cuando el que habla en lengua extraña hable para sí mismo y para Dios.
Como pudimos ver, el don de lenguas para nada está condicionado a la presencia de extranjeros. La regañada que se llevaron los corintios se debió, al parecer, por el mal uso (quizá se presumían unos a otros) que hacían del don de lenguas.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Llenos del Espíritu Santo

¿Qué sucedió el día en que fuimos llenos del Espíritu Santo, nada?
Veamos a continuación, y a partir del Nuevo Testamento, lo que sucedía a todas aquellas personas que eran bautizadas en el Espíritu Santo (aparte de nuestro Señor):
Y aconteció que cuando oyó Elizabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elizabet fue llena del Espíritu Santo,
y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú eres entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.
¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?
Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. (S. Lucas 1:41-44).
¿Cómo supo Elizabet que su pariente era la madre del Señor?, ¿porque la criatura saltó en su vientre?, ¿se lo dijo el Espíritu Santo? En todo caso el que sabía que María era la madre de Jesús, era la criatura.
Debemos recordar que el Bautista fue lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su madre ¿junto con ella, en ese momento?
Y Zacarías su padre, fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó diciendo... (S. Lucas 1:67).
Zacarías, en cuanto fue lleno del Espíritu Santo, comenzó a hablar de las maravillas de Dios, acerca de Jesucristo, y de su hijo Juan. Aquí lo que llama la atención es la espontaneidad con que habló Zacarías.
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. (Hechos 2:1-4).
¿Qué sucedió?
1.- Hubo un estruendo.
2.- Se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego.
3.- Comenzaron a hablar en otras lenguas.
- Sí, pero en cuanto a las lenguas, respondería alguien, ello fue con un propósito muy especial, ya que por ahí había muchos extranjeros.
Continuemos:
Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios. (Hechos 4:31).
1.- El lugar donde estaban congregados tembló.
2.- Hablaban con denuedo la palabra de Dios.
Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan;
los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo;
porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.
entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. (Hechos 8:14-17).
Dos acciones del relato anterior:

  • Oraron por ellos para que recibiesen en Espíritu Santo.
  • Les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo.

Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo:Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose fue bautizado. (Hechos 9:17-18).
He aquí otro caso, en el que alguien es lleno del Espíritu Santo y, aparentemente no hay ningún hablar en otra lengua o profetizar.
Mientras aún hablaba Pedro estas palabras,
el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.
Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.
Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios. (Hechos 10:44-46).
Veamos un último caso:
Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos,
les dijo:
¿Recibísteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.
... Y habiéndoles impuesto Pablo las manos,
vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. (Hechos 19:1-2,6).
Como hemos visto, en algunos casos pareciera no haber una reacción inmediata en la persona que recién recibe el Espíritu Santo, como en el caso de Saulo. Pero es indudable que Pablo recibió no uno, sino varios dones del Espíritu Santo. Veamos tres de ellos:
El hacer milagros: Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo. (Hechos 19:11).
Diversos géneros de lenguas: Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros. (1 Corintios 14:18).
Profecía: Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;
que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. (1 Tesalonicenses 5:2-3).



jueves, 9 de septiembre de 2010

El Espíritu Santo

¿Se recibe el Espíritu Santo en cuanto la persona cree en Jesucristo... en el momento que acepta al Señor?
¿Se recibe el Espíritu Santo cuando se es bautizado en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo?
No dudo que haya personas que hubieron de recibir el Espíritu Santo en una ocasión como las anteriores:
Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. (Hechos 10:44).
En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa. (Efesios 1:13).
En el primer caso, no cabe la menor duda de que el Espíritu Santo cayó sobre los que recién estaban creyendo, en el momento en que creyeron.
Pero en el segundo caso como que nos queda la duda, no de si recibieron el Espíritu Santo, sino de cuándo lo recibieron.
La respuesta quizá la encontremos en seguida:
Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos,
les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.
O sea que no recibieron el Espíritu Santo cuando creyeron. ¿Y cuando fueron bautizados?
Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan.
Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.
Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. (Hechos 19:1-6)
Aclaración: Para quien escribe, bautizar en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, y bautizar en el nombre de Jesús es lo mismo.


Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan;
los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo;
porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.
Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. (Hechos 8:14-17).
Podríamos decir pues, que en ocasiones sí se recibe el Espíritu Santo en el momento que la persona cree, pero que muy frecuentemente no es así, sino por la oración e imposición de las manos.
Los dones del Espíritu Santo, ¿estuvieron "disponibles" nada más para los alrededor de ciento veinte discípulos reunidos el día de Pentecostés, lo cual creen firmemente mis hermanos los Testigos de Jehová?
Por supuesto que no. Pablo no estaba presente, y seguramente los ´ciertos discípulos de Efeso´(Hechos 19:1-6) tampoco lo estaban.

domingo, 5 de septiembre de 2010

La alegría en la alabanza

Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas.
Y María les respondía:
Cantad a Jehová, porque en
extremo se ha engrandecido;
Ha echado en el mar al caballo
y al jinete. (Éxodo 15:20-21).

Y David y toda la casa de Israel danzaban delante de Jehová con toda clase de instrumentos de madera de haya; con arpas, salterios, panderos, flautas y címbalos. (2 Samuel 6:5).

Aclamad a Jehová con arpa;
Cantadle con salterio y decacordio.
Cantadle cántico nuevo;
Hacedlo bien, tañendo con júbilo. (Salmos 33:2-3).

Pueblos todos, batid las manos;
Aclamad a Dios con voz de júbilo. (Salmos 47:1).

Mas los justos se alegrarán;
se gozarán delante de Dios,
y saltarán de alegría. (Salmos 68:3).

Cantad alegres a Jehová, toda la tierra;
Levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos. (Salmos 98:4).

Cantad alegres a Dios,
Habitantes de toda la tierra.
Servid a Jehová con alegría;
Venid ante su presencia con regocijo. (Salmos 100:1-2).

Alaben su nombre con danza;
con pandero y arpa a él canten. (Salmos 149:3).

Alabadle con pandero y danza;
Alabadle con cuerdas y flautas. (Salmos 150:4).

Regocíjate y canta, oh moradora de Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel. (Isaías 12:6).

Pero los principales sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! Se indignaron,
y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis:
De la boca de los niños y de los que maman
Perfeccionaste la alabanza? (S. Mateo 21:15-16).

... y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. ( Hechos 3:8).

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4).

Estad siempre gozosos. ( 1 Tesalonicenses 5:16).

-Y aun sin embargo, dice también el apóstol:
... pero hágase todo decentemente y con orden. (1 Corintios 14:40).

Nota: Hágase todo decentemente y con orden, creo que no lo debemos tomar como: Hágase todo con tristeza y desánimo.

Hay quienes dicen que todo aquel regocijo (del Antiguo Testamento) se debía a cada batalla en que salía victorioso el pueblo de Israel; tal vez, pero antes de concluir, veamos lo siguiente:
Ahora bien, dijeron, he aquí cada año hay fiesta solemne de Jehová en Silo, que está al norte de Bet-el, y al lado oriental del camino que sube de Bet-el a Siquem, y al sur de Lebona.
Y mandaron a los hijos de Benjamín, diciendo: Id, y poned emboscadas en las viñas,
y estad atentos; y cuando veáis salir a las hijas de Silo a bailar en corros... (Jueces 21:19-21).
Las hijas de Silo bailaban en corros ¿porque había ganado Israel una batalla?
No, sino porque cada año había fiesta solemne de Jehová en Silo.
Y si estaba recién concluida una guerra, pero, ¿estaría gozoso el pueblo de Israel por haber casi destruido a una de sus propias tribus, es decir, a la tribu de Benjamín?
Pues sólo que fueran masoquistas.

En los tiempos de David hubo una batalla, o sea, David contra Goliat, en la cual salió victorioso David, y los israelitas vencieron a los filisteos aquel día; y hubo cantos y danzas luego de aquella victoria:
Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían:
Saúl hirió a sus miles,
Y David a sus diez miles. (1 Samuel 18:7).
He aquí al pueblo de Israel acabando de ganar una batalla. ¿Hicieron por ello una danza para Jehová? No fue así, sino para Saúl que hirió a sus miles y para David que hirió a sus diez miles.
Decencia.- Compostura, recato, buenas costumbres.
Orden.- Paz, tranquilidad, disciplina.
Júbilo.- Alegría que se manifiesta vivamente.
Alegría.- Grato y vivo movimiento del ánimo que se manifiesta con signos exteriores.
Regocijo.- Júbilo, goce.
Aclamar.- Dar voces la multitud en honor de alguna persona.
Gozo.- Placer, alegría.
-Pequeño Larousse Ilustrado.
Después de considerar las definiciones anteriores, quizá sea conveniente decir que: No se debe impedir la alegría, siempre y cuando tampoco se convierta en relajo.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

La fe

¿Basta con una poquita de fe para mover montañas?
Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?
Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. (S. Mateo 17:19-20).
Notar que el Señor dijo: si tuviereis fe como un grano de mostaza, pero no dijo: del tamaño de un grano de mostaza.
Supongamos que hubiera dicho: Si tuviereis fe como yo... no se estaría refiriendo a una fe del tamaño de su estatura física, sino al tener fe así como él tiene fe.
O sea que el Maestro habla acerca tener fe como un grano de mostaza (el cual tiene fe).
Quizá alguien pregunte: ¿Un grano de mostaza tiene fe? La respuesta es: Tal vez en la realidad no, pero en la parábola del grano de mostaza sí.
Ser sencillos como palomas, ¿significa tener una sencillez de más o menos 15 centímetros? Claro que no, lo que quiere decir es: ser sencillos así como son sencillas las palomas. Tener fe como un grano de mostaza significa tener fe así como tiene fe el grano de mostaza (en la parábola).
Continuemos con el mismo tema, pero esta vez según la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras:
Él les dijo: "Por su poca fe. Porque en verdad les digo: Si tienen fe del tamaño de un grano de mostaza, dirán a esta montaña: 'transfiérete de aquí allá', y se transferirá, y nada les será imposible". (Mateo 17:20).
Pero... ¿qué nos dice el apóstol Pablo?
Si hablo en lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, he venido a ser un [pedazo de] bronce sonante o un címbalo estruendoso.
Y si tengo el don de profetizar y estoy enterado de todos los secretos sagrados y de todo el conocimiento, y si tengo toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy. (1 Corintios 13:1-2).-N. M.
¿No es una contradicción?
Jesús nos dice que si tenemos fe del tamaño de un grano de mostaza podemos transferir montañas. En cambio Pablo nos habla de toda la fe para lograr el mismo efecto.
¿Nos engaña el Señor? ¿Se equivocó Pablo?
Por supuesto que no. El error está en la citada Traducción del Nuevo Mundo.
Creo que lo correcto es: fe como un grano de mostaza.
Veamos ahora lo que es capaz de lograr el miedo (lo contrario a la fe):
Porque el temor que me espantaba

me ha venido,
Y me ha acontecido lo que yo
temía.
(Job 3:25).-Reina-Valera.