martes, 21 de diciembre de 2010

Reflexiones IV

No dejemos de congregarnos pero... para alabar al Señor, para orar, para recibir instrucción, para acciones de gracias, para la mutua edificación. No tiene caso congregarnos para sacarle sus trapitos al sol a otras denominaciones, o para ponernos de acuerdo y correr al pastor.
Si alguien te cae bien, ora por él. Si alguno te cae mal, ora por él. Si alguien te cae pésimo no dejes de orar por él. Cuando estés a punto de criticar a alguien cierra la boca, cierra los ojos, respira profundamente, abre de nuevo la boca y ora por él.
El fanático con frecuencia ve defectos donde no los hay y virtudes donde no existen.
Fuego vine a echar en la tierra, ¿y qué quiero si ya se ha encendido? De un bautismo tengo que ser bautizado y cómo me angustio hasta que se cumpla.
En ese tiempo el Señor Jesús ya había sido bautizado en dos bautismos, el primero en el agua, el segundo en el Espíritu Santo; únicamente faltaba el tercero y último, el bautismo en su propia sangre. Y por eso dijo: y cómo me angustio hasta que se cumpla.
Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.
Concuerdan en que son los tres bautizmos del Maestro Jesús.
El Maestro Jesús nos dejó un infierno:
Nos dejó el infierno del amor, el infierno de la vida, de la salud, de la justicia, del perdón, de la humildad, de la mansedumbre...
Para destruir el odio, la muerte, la enfermedad, la injusticia, la venganza (humana), el orgullo, la violencia...
El Señor Jesús es el camino (para ir al Padre) y la verdad y la vida...
Y con el infierno que nos dejó, es nuestro deber, en su nombre, quitar el obstáculo (para ir al Padre), echar por tierra la mentira, y eliminar a la muerte.
En otras palabras, el infierno que nos dejó es para destruir las obras del diablo.
Soplando el Espíritu Santo
¿Encuentra usted algún pasaje bíblico en algún lugar (incluido el Antiguo Testamento), en el cual algún profeta o algún apóstol o discípulo haya soplado el Espíritu Santo por algún motivo?
Instruyendo al Espíritu Santo
¿Sería usted capaz de demostrar por medio de las Santas Escrituras, que en algún momento, algún líder del cristianismo le haya dado instrucciones al Espíritu Santo?
Al único que podemos encontrar soplando el Espíritu Santo (pero no dándole instrucciones) es al dueño del Espíritu Santo: Jesús, el amado Hijo de Dios.
JESUCRISTO DE NAZARET SOPLANDO EL ESPÍRITU SANTO:
Cuando el Maestro Jesús sopló el Espíritu Santo, lo hizo para liberarlo.
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. (S. Juan 14:16-17).
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. (S. Juan 14:26).
Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. (S. Juan 16:7).
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir (profetizará). (S. Juan 16:13).
Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, asi yo también os envío.
Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. (S. Juan 20:21-22).
Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. (Hechos 1:5).
...pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. (Hechos 1:8).
Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. (Hechos 1:9).
Cuando el Maestro Jesús sopló el Espíritu Santo, lo hizo para liberarlo.
Si no fue así, ¿entonces por qué les dijo:
Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuese, el Consolador no vendría a vosotros?
Claro está que, cuando Él fue lleno del Espíritu Santo, ya nadie más lo podía tener, sino únicamente Él.
¿Se ha fijado usted que, cuando el Señor les dijo "Recibid el Espíritu Santo" y sopló, ninguno de sus discípulos fue lleno en ese instante del Espíritu Santo?
¿Ha notado usted que, incluso les dijo: mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días?
O sea que habrían de transcurrir algunos días, aunque no muchos.
¿Se fue el Señor vacío del Espíritu Santo?
La única manera que se me ocurre de contestar es con otras interrogantes:
¿Será imposible para el Señor ser el Espíritu Santo, continuar lleno del Espíritu Santo con todo y que lo liberó, le será imposible haber viajado a través del Espíritu Santo hasta llegar a donde con los brazos abiertos lo estaba esperando el Espíritu Santo?
Nos entregó todo su amor, pero para nada quedó vacío de amor.
Nos regaló la verdad, y aun sin embargo Él es toda la verdad y está lleno de la verdad.
Repartio toda su ternura, toda su gracia, toda su vida, ¿y partió vacío de ternura, de gracia y de vida?

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