domingo, 13 de febrero de 2011

¿Risa santa?

¿Se ha fijado usted como nos contagiamos los hombres el bostezo, la risa y el llanto?
Note que cuando estamos en algún sitio, un restaurante por ejemplo, al ver y escuchar a los clientes un tanto alejados de nosotros reír, sin saber siquiera por qué se ríen tanto, nosotros también nos reímos. Da risa escuchar la risa.
¿Y cuando alguien bosteza frente a usted? ¿Verdad que también empieza a bostezar?
El llanto de alguna persona hace que se nos rueden las lágrimas.
La mayoría de los seres humanos somos sensibles; y es por eso que, sin tener sueño, ganas de llorar o de reír, ante alguno que lo hace, bostezamos, reímos o lloramos.
Hay personas, de no sé qué denominación que defienden lo que ellas llaman "la santa risa".
¿Cómo es posible que algún predicador al estar hablando, por ejemplo acerca del Maestro Jesús, suelte una sonora carcajada?
¿Se está burlando de lo que predica? ¿Con su risa está queriendo dar a entender que todo lo que expresa en ese momento es una mentira, pura fantasía?
Y los congregados también se ríen. Espero, con todo mi corazón que lo hagan por el motivo antes dicho, es decir, porque da risa que alguien se ría, y ojalá que no sea también en un afán de burla a causa de lo que se está predicando.

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