domingo, 25 de julio de 2010

Jesús orando

Así como decimos que Cristo forma parte del Padre, también podemos decir que el padre forma parte de Jesucristo; esto lo podemos leer en Colosenses 2:9: Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la deidad.
Entonces: Jesús forma parte del Padre, y el Padre forma parte de Cristo.
Ahora veámoslo todo en una sola declaración del Hijo de David:
¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. (S. Juan 14:10).
Traducido a nuestra forma común de expresión quedaría más o menos así:
¿No crees que yo estoy dentro del Padre, y el Padre dentro de mí? Todo ello se confirma cuando dice Jesús: "...sino que el Padre que mora en mí..."
Entonces aquí encontramos la respuesta a la pregunta:
¿A quién ora Jesús si él es Dios?
- Pues a su Padre que está dentro de él, y dentro del cual él está.

Un solo Dios, un solo Señor
Dice alguien por ahí, que de acuerdo con la biblia hay un solo Dios, el Padre; y un solo Señor, Jesucristo.
Cada vez que veamos, entonces, en las Santas Escrituras escrito: Dios Jehová, se refiere al Padre; y cada vez que veamos escrito: Señor Jehová, se refiere al Hijo.
Aunque, la verdad es que todo lo comparten, como lo habíamos dicho: El Padre es Señor porque el Hijo es Señor y, el Hijo es Dios porque el Padre es Dios.

La escritura no puede ser quebrantada
O sea que si dice que Jesús es Dios (así con mayúscula) es porque lo es:
Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre;
Cetro de justicia es el cetro de tu reino.
Has amado la justicia y aborrecido la maldad;
Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus compañeros. (Salmos 45:6-7).
Levántate, oh Dios, juzga la tierra;
Porque tú heredarás todas las naciones. (Salmos 82:8).
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. (Isaías 9:6).
He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. (S. Mateo 1:23).
Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! (S. Juan 20:28).
... de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén. (Romanos 9:5).
E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne,
Justificado en el Espíritu,
Visto de los ángeles,
Predicado a los gentiles,
Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria. (1 Timoteo 3:16).
... aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo... (Tito 2:13).
Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra... (2 Pedro 1:1).
Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. (1 Juan 5:20).

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