jueves, 9 de septiembre de 2010

El Espíritu Santo

¿Se recibe el Espíritu Santo en cuanto la persona cree en Jesucristo... en el momento que acepta al Señor?
¿Se recibe el Espíritu Santo cuando se es bautizado en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo?
No dudo que haya personas que hubieron de recibir el Espíritu Santo en una ocasión como las anteriores:
Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. (Hechos 10:44).
En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa. (Efesios 1:13).
En el primer caso, no cabe la menor duda de que el Espíritu Santo cayó sobre los que recién estaban creyendo, en el momento en que creyeron.
Pero en el segundo caso como que nos queda la duda, no de si recibieron el Espíritu Santo, sino de cuándo lo recibieron.
La respuesta quizá la encontremos en seguida:
Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos,
les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.
O sea que no recibieron el Espíritu Santo cuando creyeron. ¿Y cuando fueron bautizados?
Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan.
Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.
Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. (Hechos 19:1-6)
Aclaración: Para quien escribe, bautizar en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, y bautizar en el nombre de Jesús es lo mismo.


Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan;
los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo;
porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.
Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. (Hechos 8:14-17).
Podríamos decir pues, que en ocasiones sí se recibe el Espíritu Santo en el momento que la persona cree, pero que muy frecuentemente no es así, sino por la oración e imposición de las manos.
Los dones del Espíritu Santo, ¿estuvieron "disponibles" nada más para los alrededor de ciento veinte discípulos reunidos el día de Pentecostés, lo cual creen firmemente mis hermanos los Testigos de Jehová?
Por supuesto que no. Pablo no estaba presente, y seguramente los ´ciertos discípulos de Efeso´(Hechos 19:1-6) tampoco lo estaban.

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