domingo, 13 de marzo de 2011

ACLARACIÓN

Quien comparte estas cosas y compartirá otras cosas futuras con usted ¿tiene la intención de destruir alguna iglesia? Aunque usted no lo crea, no, para nada. ¿Quizá tiene la intención de inventar una nueva denominación? De ninguna manera, ya hay demasiadas.
Quien escribe en este espacio ¿intenta sacar personas de una denominación para invitarlas a que pertenezcan a otra? No, en serio, quédese ahí donde frecuentemente se congrega. Pero eso sí, lo invito a que lea su versión bíblica favorita y le preste especial atención al evangelio.
El siervo inútil que escribe, ¿qué es lo que en realidad desea?
Únicamente cooperar con su granito de arena para sacar de esa especie de tumba la iglesia original del Supremo y Divino Maestro Jesús de Nazaret.
¿Sabe qué? Lea la biblia, sobre todo el Nuevo Testamento y, cuando tenga alguna duda no me pregunte a mí ni a ningún otro ser humano; mejor pregúntele al dueño de la biblia, a Dios Jehová de los ejércitos que mora entre los querubines, por supuesto, en el nombre de Jesucristo.
Si algún hermano o hermana, de la organización religiosa que sea se ha sentido ofendido por algún comentario hecho en estas reflexiones de un siervo inútil, le pido perdón.
Si algo de lo escrito en este espacio le es de utilidad, tómelo porque seguramente es de parte de Dios; si algo le resulta a todas luces inadecuado, deséchelo porque hay la probabilidad de que haya sido alguna ocurrencia mía.
¿He cometido algún error al escribir? Le pido una disculpa.
Le bendigo en el nombre del Señor Jesús. Hasta luego.

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