¿Ha escuchado usted alguna vez que no hay iglesia perfecta?
Sí la hay, la iglesia de Cristo Jesús lo es:
Maridos, amad a vuestra mujeres, asi como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. (Efesios 5:25-27).
No hay comentarios:
Publicar un comentario